Descubre el Qi Gong

¿Nunca has oido hablar del Qi Gong? Seguramente te suene lo que son el Tai Chi ó el Reiki. El Qi Gong también es conocido con el nombre de Chi Kung, y no es ni más ni menos que una de las principales terapias de la medicina tradicional china, y se basa en canalizar de un modo correcto la energía vital a través del cuerpo. Básicamente se puede decir que el Qi Gong indica que el estado de salud de cada persona está en función de nuestras capacidades para alcanzar un equilibrio entre cuerpo y mente. Ya hemos comentado en otros posts que lo más importante para alcanzar el equilibrio entre cuerpo y mente es la respiración controlada y la meditación.

El Qi Gong también es conocido por su gran facilidad para liberar el estrés y las tensiones de nuestro día a día, algo que cada vez es más importante. Y es que estamos sometidos a un ritmo de vida muy superior al que sería recomendable desde el punto de vista de nuestra salud. Y es que de un modo generalmente inconsciente vamos entrando en una dinámica cuanto menos peligrosa con la que resulta casi imposible alcanzar la felicidad y el estado de bienestar.

La terapia Qi Gong en si se basa en la combinación de posturas fijas con ejercicios dinámicos de baja intensidad (estiramientos, torsiones, relajación, etc). Constituyen un trabajo aeróbico que es ideal para todo tipo de personas, independientemente de su condición física o su edad. Tan solo hay que tener la predisposición necesaria y creer en sus beneficios. A pesar de su componente física, el principal beneficio que encontraremos en el Qi Gong es la meditación, ya que nos permitirá descubrir nuestra propia esencia interior. Un viaje hacia nuestro propio interior que requiere de esfuerzo y dedicación.

También podemos afirmar que el Qi Gong o Chi Kung es la sincronización armónica de los tres grandes procesos vitales: respiración, cuerpo y mente. Es por esto que la ejecución correcta de la terapia requiere de tres etapas. Para empezar necesitaremos controlar nuestro cuerpo, algo que conseguiremos por medio de la relajación. Si relajamos el cuerpo y la mente, conseguiremos abrir los canales por los que circula la energía vital, consiguiendo que fluya de un modo correcto. En segundo lugar, debemos conseguir que nuestra respiración sea tranquila y constante. Para ello, el Qi Gong nos propone un total de ocho técnicas con las que podemos conseguirlo: suave, profunda, sosegada, lenta, larga, delicada, uniforme y contínua. Y por último, pero no menos importante, debemos encontrar el control de la mente o de nuestro corazón. No hay duda de que esta última etapa es una consecuencia de las dos anteriores, por lo que si logramos relajar nuestro cuerpo y la respiración, conseguiremos relajar nuestra mente o corazón.

Anímate a probar la terapia de Qi Gong. Tiene muchos beneficios que aportarte. Una vez que empieces a practicarlo no podrás dejar de hacerlo y renunciar a sus beneficios. Anímate a visitar nuestro centro para descubrir más sobre este arte.